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Becario, momentáneo y sin respiro

Becario, momentáneo y sin respiro

REPORTAJE

 Factura de teléfono móvil, 40 euros. Alquiler de apartamento, 240 euros. Mantenimiento de vehículo y combustible mensual, 100 euros. Gastos personales y alimentación, 100 euros. Total, 480 euros. Sueldo base por trabajo en prácticas, 300 euros.

Pese a que no existen beneficios económicos y los gastos son bastantes importantes, los estudiantes de prácticas se han convertido en un auténtico referente de las empresas nacionales durante los meses de julio y agosto.

Los medios de comunicación de todo tipo y las empresas constructoras se sitúan en lo más alto del ranking de ’hogares’ de estudiantes de cuarto y quinto curso que ya, desde muy jóvenes, tratan de hacerse un hueco en el difícil y complejo mundo del trabajo.

«Aunque no consigo ahorrar nada, la experiencia es algo que no se puede aprender en la universidad», confiesa María, becaria de Axesor, una gestoría virtual y de registro de marcas dedicada a la información financiera ’on line’ y ’off line’.

Ante la ausencia de ganancias, de vacaciones y la proximidad de los exámenes de septiembre, son muchos los jóvenes que desisten a esta otra forma de pasar el verano y optan por el descanso, si bien es cierto que la experiencia y el contacto directo con el mercado laboral se han convertido en una prioridad entre los montones de currículos que llegan diariamente a las empresas.

Andalucía es, junto a Madrid, Barcelona y Valencia, una de las comunidades donde más universitarios tratan de engordar su currículo a base de sacrificar el descanso y convertirlo en 400 o 500 horas de trabajo mal remuneradas pero que, por otra parte, ponen un galardón impecable en las 5 ó 6 hojas que resumen la vida profesional de cualquier estudiante.

La otra cara


Comida de marcas sin nombre, desayunos de café y tostada sin ibéricos, tabaco barato, poca playa, mucho calor y un gran esfuerzo para desistir de todos esos caprichos de verano a los que los jóvenes se acostumbran más fácilmente que a trabajar, son la otra cara de estos becarios que, en muchos casos, cuentan con el apoyo de sus familias para poder subsistir ante esta situación, máxime cuando su lugar de trabajo está lejos de sus propios hogares.

«Aunque a los jóvenes nos cuesta reconocerle a los padres el esfuerzo continuo que hacen con nosotros, lo cierto es que de no ser por ellos, las prácticas serían imposibles, ya que soy de Córdoba y tengo que vivir de alquiler en Granada», argumenta María.

Conscientes de estas penurias económica que viven los becarios y ante el aumento de críticas por parte de los propios estudiantes y de las organizaciones de apoyo a este sector, los departamentos de recursos humanos de algunas empresas empiezan a estudiar la posibilidad de aumentar los salarios, si bien es cierto que los convenios con las universidades, hasta el momento, no presenta muchas posibilidades de modificar los sueldos.

Aunque acostumbramos a broncear todo bajo el mismo sol, también son muchas las empresas que deciden hacerse con el servicio de otros muchos jóvenes ingenieros, arquitectos o matemáticos, universitarios con ideas y propuestas nuevas, diferentes, «emprendedores con conceptos originales y muy fresquitos», tal y como afirma Dolores, estudiante de quinto de Ingeniería de puertos, canales y caminos que durante seis meses estará de prácticas en una empresa de construcción.

Con más de 1.000 euros mensuales, algo quizás fuera de lo común entre la generalidad de los becarios, pero más habitual en esta rama de estudios y profesiones técnicas, Dolores asegura que «es muy poco dinero para el riesgo y la envergadura de este trabajo».

«Sin duda, se trata de una preparación a medida de los jóvenes que salen de la universidad dispuestos a trabajar de cualquier manera y a cualquier precio. Creo que no es justo que haya tanto desequilibrio entre los sueldos de los becarios, estudien lo que estudien», afirma Rosa María, directora del hotel AC Granada.

Pese a que no todos lo consiguen y para muchos no deja de ser una continuación «muy práctica» de las enseñanzas universitarias, los becarios constituyen una entrada muy factible de nuevos trabajadores y algunos se convierten, tras su período de formación, en empleados con pequeños contratos que aspiran a ser renovados cada seis o doce meses.

«No sé si cuando termine los seis meses de prácticas conseguiré un trabajo estable pero, para ser sincera, me encantaría quedarme donde estoy ahora aunque sea unos meses mas», confiesa María, un tanto ruborizada."

 ** Si quieres conocer más sobre la actualidad de los becarios, visita este enlace. http://www.youtube.com/watch?v=5bVyp5EZXdY

 

 

Las nuevas guerras del siglo XXI

Las nuevas guerras del siglo XXI

Desde hace décadas, Colombia ha ido emergiendo a pasos agigantados entre los países con mayor producción de cocaína y heroína situándose entre los principales bloques dedicados a la venta de estas sustancias que se comercializan luego en países importantes de Europa Occidental como Francia, Italia o la propia España. De esta forma, la droga se ha convertido en la prncipal fuente de enriquecimiento de buena parte de la sociedad colombiana. Hasta hace pocos meses, ésta ha sido la historia que nos han vendido los medios de comunicación y que ha promovido la aparición de mafias y grupos paramilitares que buscan en el tráfico de estupefacientes y en la extorsión un estilo propio de vida.

Ahora, esta intrahistoria del pueblo colombiano ya ha escrito algún capítulo más, aunque de momento, parece que los medios aún no lo conocen bien o no les interesa venderla al público que sólo sabe de la existencia de una Colombia de narcos y de mafias dedicadas al comercio imposible.

Cuando el siglo XXI está a punto de cumplir su primera década de vida, al país colombiano y a los habituales grupos armados que operan en el feudo de la droga se les están uniendo otros clanes con similares intenciones de lucro y con idénticas respuestas violentas. Especuladores de guante blanco, mafias y bandas criminales que han encontrado un nuevo `El dorado´ en los biocombustibles y el comercio de CO2.  

De esta forma, Colombia sufre su tercera guerra con resultados desastrosos y donde unos tantos buscan una respuesta económica y un lucro aún sin cuantificar. Muy pocos medios se han hecho eco de este nuevo conflicto del siglo XXI que está empezando a compaginar la producción y el consumo de cocaína con el comercio de dióxido de carbono (CO2). Aunque es un negocio con beneficios a largo plazo, de momento sus efectos son marginales si se comparan con el comercio de la droga.

Pero lo que ocurre en Colombia es la historia de siempre. El dinero llamando por la vía rápida al dinero. Y esto hace que los narcos ya se hayan interesado por este nuevo mercado y así de paso puedan blanquear parte del dinero procedente del “sagrado” polvo blanco. Algo similar ocurre con los grupos de la guerrilla y los paramilitares. Todos buscan financiación en un negocio que parece coger el ritmo que muchos desean para lucrarse de forma improcedente.

En el único medio de comunicación que se ha interesado por estas nuevas guerras del siglo XXI, un ciudadano colombiano explicaba el modus operandi de este nuevo mercado del dióxido de carbono. “Invitan a la gente a una reunión, le dan de comer, ofrecen pagarle el combustible para sus embarcaciones y siempre se presentan con mucho dinero. Quien ofrece ayuda a la gente siempre es un empleado de una compañía privada. Les explica que todo cuanto tienen que hacer es vender sus derechos de emisión de dióxido de carbono. Y a cambio ganarán millones. Los rincones más remotos del país están sembrados de panfletos que ofrecen a las comunidades indígenas fortunas por el oxígeno de los bosques que llevan siglos sustentando su forma de vida”.

De esta forma, asistimos a la puesta en marcha de una nueva forma de conflicto, una nueva guerra que abre las puertas a los desencuentros silenciosos que parecen van a triunfar en el siglo XXI.

Amancio Ortega, magnate del textil y la explotación

Amancio Ortega, magnate del textil y la explotación

Doce de la mañana de un sábado cualquiera. Las principales calles de la ciudad registran miles de personas que van y vienen cargados de bolsas de todo tipo de establecimientos que durante los fines de semana convierten sus negocios en un auténtico ir y venir de ciudadanos que buscan “algo que ponerse” para una cita importante.  

Durante ese trasiego de gente, es fácil ver que la inmensa mayoría de compradores comparten bolsas de una misma línea textil que desde hace casi dos décadas ha conseguido situarse a la cabeza del ránking del éxito textil, Inditex y el todopoderoso Amancio Ortega.

Pero en este caso, el éxito parece que no viene solo. Los miles de compradores que registran las conocidas tiendas de Zara, Pull & Bear, Stradivarius, la siempre elegante Massimo Dutti y otras muchas más, quizás desconocen de donde proceden las prendas (algunas un tanto repetidas) que ellos lucen a diario por las calles de cualquier rincón del mundo.

Cada varios meses, algún medio de comunicación busca entrevistar al magnate de los negocios, al hombre más rico de España y al “Rey Midas” cuyos productos se han convertido en casi todo el globo en motivo de elogio recurrente.

En revistas, diarios, emisoras o televisiones, parece que al buscar un perfil de este tipo duro del textil, no han tenido la suerte de encontrarse con ningún escándalo que circula en algunos otros medios de periodistas en silencio que sí persiguen  informar sobre la realidad de diversas situaciones. Una realidad que mancharía el perfecto historial empresarial de Amancio con titulares como: Condenan a ZARA por obligar a trabajar los domingos que consideren "oportunos"; Stradivarius condenada por competencia desleal; Denuncian en Portugal que subcontrata de Zara explota a niños; Intermón denuncia que El Corte Inglés, Mango, Zara y Cortefiel fomentan la

explotación laboral.

Para encontrar este tipo de titulares, poco favorables a la trayectoria de Ortega, tan sólo hay que buscar en las 3w algo sobre su perfil y su éxito. Lo cierto es que pese a la gran cantidad de escándalos sociales que parecen perseguir como fantasmas sin peligro a este gallego, Amancio parece alimentar sin miedo a nada una fortuna que en una sola semana ha alcanzado un valor récord de algo más de 16.000 millones de euros.

Explotación en países poco desarrollados, condiciones severas, trabajo poco remunerado… ¿y qué? Hoy es sábado por la mañana. Seguramente, mientras esta denuncia literaria cobra vida, miles e incluso millones de personas estarán engordando el historial de quien para muchos es el "mejor empresario español de la historia"

¿Rincón abierto?

¿Rincón abierto?

El Rincón Abierto. Podría ser el nombre perfecto para un buen complejo hostelero donde podría converger gente joven y no tan joven para hablar de temas variados, de relatos sin importancia vital pero no menos relevantes que una destitución política o la muerte de un gran actor de Hollywood. Algo así podría ser la evolución de este portal  de Internet que a partir de ahora busca convertirse en un lugar de charla, de reencuentro, de conocimiento y de motivación para quienes están dispuestos a hablar de otros temas, de otros focos de conflicto, de muertes de otros no tan importantes y de otras guerras que no dan titulares pero si cientos de muertos.

Desde ahora, Rincón Abierto busca la focalización de otros temas no tan relevantes, no tan espectaculares de cara al lector pero que de alguna manera, persiguen centrar su estado de opinión en algo diferente a aquellas que dejan boquiabiertos a los comensales humanos de la hora del  telediario.

Entre los principales temas que busca desarrollar este portal, se encuentran cuestiones como la evolución de los medios de comunicación, tema tabú en los últimos años, aunque no sólo es el único punto de encuentro, por supuesto, que se tratará en Rincón Abierto. Las nuevas redes de contacto social, la guerra del CO2 que vive Colombia desde hace años así como algunas cuestiones básicas de la actualidad podrían servir como ejemplo para estructurar este nuevo portal de Internet abierto a todo periodista silencioso con hambre de denuncia y reivindicación alejada de la prensa diaria.

Por supuesto, y como no podía ser de otra forma, Rincón Abierto busca ser también el altavoz de quienes no pueden reivindicarse como quisieran y pedir lo que desean. Crisis,  sueldos precarios, becarios sin futuro y remuneración escasa de trabajos profesionales son algunas de las cuestiones que buscan alcanzar un desarrollo adecuado y un consenso entre quienes se preocupan por este tipo de aspectos. Además, se dará espacio a numerosas historias que buscan tratar de invertir los papeles de los principales agentes económicos y dar soluciones a algunas cuestiones que parecen avocadas al fracaso.

Rincón Abierto, lo que podría ser el nombre perfecto para un buen complejo hostelero donde podría converger gente joven y no tan joven para hablar de temas variados, se abre a partir de ahora a quién esté dispuesto a charlar un rato sobre algo, a contar lo que los telediarios y los boletines informativos no quieren destacar, al que busca un espacio para conversar sobre temas con la libertad y el grado de desarrollo que cada uno quiera.

 

Sin galones pero con méritos

Sin galones pero con méritos

A lo largo de la historia, el ser humano comete más errores de los que jamás ningún escritor podría inventar y enumerar. Gracias a este tipo de fallos o de aciertos, los historiadores, escritores y filósofos consiguen nutrirse de ejemplos reales que luego utilizan para teorizar, crear, informar e incluso destruir al propio individuo.

En los últimos años, los políticos y entes con rol destacado en nuestro país han contribuido a destruir una faceta de la vida humana que tan buenos resultados podría dar en nuestros días, el reconocimiento de un “alguien” humano.

Ahora más que nunca, en medio de la controversia política y social que viven algunos rincones del globo como Afganistán, suele ocurrir que cada dos o tres meses, un soldado muere en una misión humanitaria, un soldado que luego más tarde, cuando sus restos vuelven a su país de origen, recibe la medalla al “no sé qué” que nadie entiende pero que queda en primera plana de todos los diarios nacionales.

Parece que hasta que no ocurren este tipo de infortunios, quienes dirigen desde la mesa y el sillón confortante, no perciben el riesgo, el peligro o simplemente el servicio que hacen a los demás (soldados, médicos, o mecánicos) que ponen su vida en peligro y que bien podrían ser reconocidos como entes importantes antes de partir al circo de fuego.

Al menos, estos suelen recibir el galardón del mérito aunque sea a modo póstumo, pues hay otros que ni siquiera tienen la suerte de colocarse una insignia en su chaqueta y recibir una calurosa ovación de los personajes destacados del panorama actual. Este es el caso de miles de personas que, por cualquier extraña circunstancia dedican su vida a cuidar de los más cercanos, de quienes están más débiles y que lo hacen sin recibir nada a cambio más que el abrazo, la mirada y el cariño de quien miman con esfuerzo y dedicación durante décadas.

Al quedar huérfano de quien cuidaban, quienes se dedican a esta labor humanitaria apenas pueden sobrevivir con una pensión que no supera los 500 euros y que no les permite ni siquiera un alquiler digno. A medida que pasan los años se olvidan de cobrar un dinero que sí que les pertenecen y se conforman con contemplar el rostro rugoso pero feliz de quienes se van pese a haber recibido los cuidados de estos otros héroes sin galones pero con miles de méritos para conseguir, al menos, uno de ellos.