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Elrinconabierto

Adiós al encanto de la ficción

Adiós al encanto de la ficción

Desde el pasado 1 de enero, la Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE) ya no emite ningún tipo de anuncio de índole comercial. Algo ha cambiado en el sistema de la televisión y la radio. Ahora, la cadena acumula unas cuotas de pantalla que antes robaban otras cadenas como Telecinco o Antena 3. Ahora ya no sólo es la familia Alcántara la serie más vista de la cadena pública. Tampoco el Telediario de la ya casi familiar Ana Blanco es el noticiario que da el máximo de audiencia durante un intervalo del día sino que desde hace un par de semanas, el éxito de televidentes se ha situado como timón de una corporación que parece haber recibido mejor que nadie esta llegada del fin del sistema publicitario en la entidad.

Todo este argumento es la crónica que seguramente escribiría el Consejo Audiovisual cuando tomó la decisión que ha separado de la caja tonta a la clásica toma de ficción sobre recetas milagrosas o sobre productos que acaban con todo tipo de deficiencias.

Además ahora las películas y las series invitan al público a irse más pronto a la cama y seguramente adaptarán su cuerpo a un descanso que antes no tenían debido a la permanencia hasta altas horas de la madrugada delante de la televisión. Y así, el rendimiento en el trabajo será mucho más eficiente y se llegará a casa con mejor humor. Quizás, hasta se consigan evitar los malos tratos y algunos cuantos casos de violencia machista. Parece, de alguna manera, que se ha construido una cadena humana y tecnológica que permite dar rentabilidad y conformidad a todos los sectores que reivindicaban este cambio desde hace décadas.

Pese a este cúmulo de buenas intenciones, ahora ya no es necesario comprar frutos secos para disfrutar de una buena película emitida por la cadena, ni seguramente dentro de 30 años nadie recordará anuncios como el clásico espacio de La española o Danone pues esos años en los que la cadena pública emitía un programa con tiempos muertos para ir al baño o picar algo de comida ya sólo será una leyenda de nuestros antepasados.

Dicen que la mejor forma de abandonar por completo un vicio o una tendencia adictiva es modular la desaparición, es decir, ir poco a poco. En este caso, los consejos del psicólogo audiovisual no se han tenido en cuenta aunque el afectado no parece vaya a padecer ningún síndrome de abstinencia.

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